"¿Has notado con cuánta frecuencia crees ser víctima del mundo en el que vives? Dado que la mayoría de nosotros percibimos la insensatez de gran parte del mundo que nos rodea, nos sentimos tentados a creer que estamos atrapados en un callejón sin salida.
Cuando nos dejamos llevar por la creencia de que vivimos en un ambiente hostil en el cual no podemos sino tener miedo de que nos hagan daño o de ser víctimas, sólo podemos sufrir.
Para poder experimentar paz interior de manera constante es preciso percibir un mundo en el que todos somos inocentes.
¿Qué sucedería si decidiésemos ver a los demás como libres de culpa? ¿Cómo podríamos empezar a verlos con otros ojos? En primer lugar, tendríamos que considerar que todo lo que experimentamos en el pasado, excepto el amor, es irrelevante. Tendríamos que optar por ver al mundo a través de la ventana del Amor en vez de a través de la ventana del miedo, lo cual quiere decir que tendríamos que escoger ver la belleza y el Amor del mundo, y las virtudes de la gente en lugar de sus debilidades."
G. Jampolsky
La lección de hoy nos propone ser realistas, es decir, ver la realidad y a las personas en ellas, desde todos sus aspectos y elegir enfocarnos en lo bueno y lo bello. No hay nada ni nadie totalmente negativo, feo o malo. Todo y todos estamos hechos de luces y sombras.
Para empezar por mí misma, cuando hoy me mire en el espejo antes de salir, en lugar de enfocar en mis arrugas o flaccidez, naturales según la edad que uno tenga, o en los kilos de más que no desaparecerán por un toque mágico al instante, enfocaré mis ojos en mi mirada luminosa y en mi hermosa sonrisa.
Si puedo ensayar esto conmigo y luego lo extiendo a cada persona y circunstancia con la que me cruce a lo largo del día, dejaré de sentirme una víctima de los otros y de las circunstancias, estaré sentando las bases para experimentar paz mental en lugar de conflicto, mi sistema inmunológico se reforzará y sonreiré mucho más a lo largo del día.
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