lunes, 16 de abril de 2012

EL AMOR INCONDICIONAL

Hay un libro de Sergio Sinay que se llama EL BUEN AMOR y cita a un amigo que le dijo que él no quería un gran amor sino un buen amor.
¿Qué es un buen amor? ¿Qué es un amor sin condiciones? ¿Dónde está el límite al amar sin condiciones?
Cada vez que esperamos algo en particular de alguien a quien amamos, esa expectativa está muy cerca de convertirse en condición. 
¿Soy capaz de amar al otro aunque el otro no cumpla con mis expectativas, no me de lo que yo quiero, no sea como yo espero? Alguna vez escribí por aquí lo que vengo pensando hace mucho tiempo y he dicho muchas veces: si quieres que tu pareja cambie...cambia de pareja!

Reflexionando sobre cómo piensa una persona que ama sin condiciones me di cuenta de que amar es una decisión, como la de ser feliz, una decisión que tomo voluntariamente y que me atañe sólo a mí. ¿Cómo piensa quien toma esta decisión y se compromete con ella? 
Puede ser que piense así:
Yo he elegido amar.
He aceptado el amor.
Reconozco el amor en esta persona en particular.
Amo  quien es.
No busco encontrar en otra lo que amo en esta.
No busco encontrar en esta persona lo que me gusta de otra.
He dejado de buscar porque he encontrado el amor en  y al destinatario de este amor.
Agradecida y satisfecha por lo que tengo y siento, suelto toda pretensión, lazo, atadura o intención de modificar al amado.
El otro puede sentir, amar, desear, poder, querer lo que sea, eso no modifica la calidad ni la cantidad del amor que yo siento.
Como este amor nace en  me envuelve, me cuida, me rodea y me protege y yo me alejo de cualquier situación que me dañe.
No hay posibilidad de sufrimiento ni de insatisfacción porque se sustenta a sí mismo, me libera  y me expande.
Desde este amor respeto mi libre albedrío y el del otro, sea este otro padre, madre, hijos, amantes, esposos, amigos...
Les deseo una semana plena de amor incondicional, recordando que 
el amor incondicional empieza por  mí, aquí y ahora.