"Cada vez que creo que alguien es culpable no estoy sino reforzando mi propio sentimiento de culpabilidad y mi sensación de que no valgo nada. No me puedo perdonar a mí mismo mientras no esté dispuesto a perdonar a los demás. No importa lo que yo crea que alguien me ha hecho en el pasado o lo que yo crea haberles hecho a otros, es únicamente perdonando como puedo liberarme por completo de la culpabilidad y del miedo." G. Jampolsky
Cada vez que perdono o me perdono, que es lo mismo, es como si dejara en el camino ese calzado viejo que me lastima y, aliviada, sigo caminando descalza. Perdono a la persona, salgo de mi lugar de ofendida y de víctima. Eso no quiere decir que convalide los hechos. Hay hechos inaceptables, injustificables. Separo los hechos de las personas y con amorosa compasión por mi finitud y la del otro, me libero de las cargas de la culpa, del miedo y de la victimización, y salgo a respirar al aire libre.
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