"Es mínimo el esfuerzo que hacemos cuando nuestros actos brotan del amor, porque es la energía del amor la que aglutina la naturaleza. Cuando tratamos de conseguir el poder para controlar a los demás, gastamos energía. Cuando buscamos el dinero o el poder para satisfacer al ego, gastamos energía persiguiendo la ilusión de la felicidad en lugar de disfrutar la felicidad del momento. Cuando anhelamos el dinero para beneficio personal únicamente, cortamos el flujo de energía hacia nosotros e impedimos la extensión de la inteligencia de la naturaleza. Pero cuando nuestras actuaciones nacen del amor, no hay desperdicio de energía. Cuando nuestros actos brotan del amor, la energía se multiplica y se acumula y el exceso de energía que recogemos y disfrutamos puede canalizarse para crear cualquier cosa que deseemos, incluida la riqueza sin límites."En el día de hoy intentaré estar consciente para que cada uno de mis actos esté movido por la energía del amor incondicional. Ninguna otra razón es causa suficiente para hacer algo. La fuerza creadora del amor nos permite dar respuestas creativas a cada situación y convertir los problemas en oportunidades. "Todo por amor, nada por la fuerza." Santa Joaquina de Vedruna. Es la mejor manera de poner en práctica la ley del menor esfuerzo.
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