"Todo el mundo tiene un propósito en la vida... un don único o un talento especial para ofrecer a los demás."
"Y cuando combinamos ese talento único con el servicio a los demás, experimentamos el éxtasis y el júbilo de nuestro propio espíritu, que es la última de todas las metas."
"Descubramos nuestra divinidad, encontremos nuestro talento único y sirvamos a la humanidad con él; de esta manera podremos generar toda la riqueza que deseamos."
Si nos detenemos en esta última oración veremos que nos está hablando de:
- meditar, ponernos en contacto con nosotros mismos en silencio para conocernos, descubrirnos
- aceptarnos como somos, agradecidos por los talentos que se nos han dado
- desarrollar nuestros talentos, dedicar tiempo y energía a ello con ganas y alegría
- servir con nuestros talentos desarrollados a otros
- saber cuáles son nuestros deseos, es decir, volvemos al silencio y la meditación para conocerlos
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