"La ley del desapego no obstaculiza la ley de la intención y el deseo, la fijación de metas. Siempre tenemos la intención de avanzar en una determinada dirección, siempre tenemos una meta.
Sin embargo entre el punto A y el punto B hay un número infinito de posibilidades, y si la incertidumbre está presente, podremos cambiar de dirección en cualquier momento si encontramos un ideal superior o algo más emocionante. Al mismo tiempo, será menos probable que forcemos las soluciones de los problemas, lo cual hará posible que nos mantengamos atentos a las oportunidades."
"Pondré a funcionar la ley del desapego comprometiéndome a hacer lo siguiente:
...
3) Penetraré en el campo de todas las posibilidades y esperaré la emoción que tiene lugar cuando me mantengo abierto a una infinidad de alternativas. Cuando entre en el campo de todas las posibilidades, experimentaré todo el regocijo, la aventura, la magia y el misterio de la vida."
Poner en práctica la ley del desapego es librarme de las ataduras del miedo que me empuja a empeñarme en conseguir un único resultado seguro. En su lugar me abro a la libertad que me da elegir entre la abundancia de opciones del campo de la potencialidad pura.
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