lunes, 9 de marzo de 2015

PUEDO ELEGIR CAMBIAR TODOS LOS PENSAMIENTOS QUE ME CAUSAN DOLOR


"La mayoría de nosotros solemos olvidar que el libre albedrío y el poder de elegir son atributos inherentes a nuestra mente. Todos hemos tenido en algún momento la experiencia de sentirnos atrapados en un callejón sin salida.
He aquí una sugerencia que puede resultarte útil en tales circunstancias: puedes usar tu imaginación para salir del atolladero. Imagínate una pared y deja que represente el problema que tienes en ese momento. Pinta en esa pared una puerta  con un rótulo rojo encima del dintel que diga SALIDA. Imagínate que abres la puerta, y que después de salir por ella la cierras firmemente. El problema ha dejado de agobiarte pues lo has dejado atrás. Experimenta esta libertad que acabas de descubrir imaginándote que te encuentras en un lugar donde no tienes preocupaciones y donde puedes hacer lo que más te gusta. Cuando estés listo para abandonar ese feliz retiro, lleva contigo, lleva contigo esta  recién descubierta sensación de haberte liberado de la manera en que antes intentabas resolver tus problemas. En la lozanía de esta nueva percepción, se te ocurrirán soluciones que anteriormente no podías ver." G. Jampolsky

Si has leido hasta aquí, respira hondo y sonríe. Poner en práctica esto supone desactivar un mecanismo aprendido y practicado automáticamente hace mucho tiempo. Necesitamos una firme decisión, imaginación activa, empoderamiento de nuestro libre albedrío y energía constante para ir construyendo una nueva manera de resolución de problemas. Vamos cambiando uno a uno esos pensamientos que nos causan dolor reemplazándolos por otros que nos permiten sentir paz mental. 
Recordemos que es un proceso, un camino que se recorre paso a paso. Lo importante es no quedarnos quietos, aunque sea sacudirnos en el mismo lugar.

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