lunes, 30 de marzo de 2015

CURACIÓN MEDIANTE LAS ACTITUDES- PERDONAR ES CURAR

"La curación mediante las actitudes es el proceso de desprenderse de los pensamientos negativos de temor, culpa y enojo, que tantos de nosotros llevamos en nuestras mentes. Se basa en la premisa de que no son las demás personas ni las circunstancias las que nos perturban sino más bien son nuestros propios pensamientos y actitudes sobre esas personas y circunstancias que nos producen inquietud.
En la curación mediante las actitudes,  la salud se define como *paz interior* y la curación como *desprenderse del temor*. Es una forma de corregir nuestras propias percepciones erróneas. Quizá el don más valioso que nos da el universo es la libertad de elección y la decisión sobre nuestros pensamientos." G. Jampolsky
La mayoría de nosotros ha llegado a este momento ignorando este don valioso que todos poseemos. Creemos que no podemos hacer nada para cambiar nuestra forma de pensar cuando ésta nos provoca malestar, complica nuestra vida o nos hace sufrir.
Poder ir aceptando que no son los otros, lo que hacen, dicen o piensan los otros, ni las circunstancias, los responsables de lo que pienso y siento es lograr avanzar a primera base.
Mi mente seguirá reaccionando según está acostumbrada y yo podré, estando atenta, discernir si ese pensamiento que me sobreviene contribuye a mi salud, mi paz interior. Si contribuye lo cuido y lo alimento, si en lugar de eso mi pensamiento me trae conflicto y malestar puedo elegir desplazarlo por otro más conveniente.
Generalmente los peores pensamientos nos los dedicamos a nosotros mismos. Si nos equivocamos, o rompemos algo o permitimos que otros nos lastimen, dejamos que libremente nuestra mente genere una serie de juicios negativos, a veces insultantes, sobre nosotros mismos.
Cuando lo detectamos, es posible reemplazarlos por pensamientos amorosos al estilo de:
  • "Tranquila/o amorcito, no pasa nada. Limpiamos y empezamos de vuelta." 
  • "Gracias por recordarme estar más atenta/o"
  • "Lo siento, perdóname, te amo, gracias."
  • "Yo, aquí, ahora, me acepto, me agradezco y me amo incondicionalmente tal cual soy".
  • "¡Qué bueno que todavía tengo cosas para aprender! Estoy dispuesta/o a aprender todo de nuevo, como si fuera un/a niño/a"
De esta forma iremos experimentando cómo, al cambiar nuestros pensamientos, cambian nuestras emociones y vamos recuperando el ejercicio del don de la libertad de elegir qué pensamos.

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