lunes, 15 de diciembre de 2014

CONCLUSIÓN I

"Este libro nos ofrece una serie de pautas para liberarnos del miedo y alcanzar la paz interior. Ponerlas en práctica nos puede ayudar a cambiar nuestras percepciones de manera que podamos dejar de sentirnos separados, atemorizados o en conflicto, y en lugar de ello podamos experimentar paz interior a medida que aprendemos a perdonar al mundo y a todos los que en él habitan, lo cual nos permite ver a todo el mundo, incluidos nosotros mismos, como libres de culpa." G. Jampolsky 
Las palabras perdonar a todo el mundo, perdonarme, unión, etc. son muy bonitas. No alcanza con leerlo o recitarlo para experimentar verdadera paz interior.
Eludiendo o negando nuestro miedo, tristeza, enojo, encono, rencor, malestar o inquietud sólo logramos que aumenten como una masa de levadura en nuestro interior, provocando muchas de nuestras afecciones físicas.
Un camino para ir logrando paz interior, sin reprimir ni negar lo realmente pensado y sentido, es:

  1.  observar, aquí y ahora, lo que siento y pienso
  2. aceptarlo (expresarlo de un modo que no provoque daño ni a mí ni a los otros)
  3. recordarme a mí misma que esto que pienso y siento no es real y es producto de errores en mi percepción: no hay nada que me separe de los otros, sólo el Amor es real
  4. reconocer mi participación, aunque sea involuntaria e inconsciente, en los hechos que vivo como afrenta
  5. aceptar que yo y los otros vamos haciendo lo que podemos con lo que somos y sabemos en cada circunstancia

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