martes, 9 de diciembre de 2014

AMOR INCONDICIONAL


"Es importante recordar que en este mismo momento disponemos de todo cuanto necesitamos, y que la esencia de nuestro ser es el Amor. Si creemos que necesitamos obtener algo de otra persona, sólo la amamos si nos complace; de lo contrario, la odiamos. A menudo tenemos relaciones que fluctúan entre el amor y el odio, en las cuales lo único que hacemos es intercambiar amor condicional. El deseo de querer obtener algo, que está vinculado únicamente al concepto del tiempo lineal, nos conduce inevitablemente al conflicto y la angustia. Dar, por otra parte , quiere decir ofrecer nuestro Amor incondicionalmente, sin exigencias o expectativas de ninguna clase. Alcanzamos la paz mental, por consiguiente, cuando solamente estamos interesados en dar, sin desear nada a cambio ni exigir que esa otra persona cambie su manera de ser. El deseo de querer dar produce una sensación de paz interior y de dicha que no está vinculada en modo alguno al tiempo." G. Jampolsky
La pregunta por cual es entonces el límite en mi amor incondicional a los otros se precipita cada vez que me acerco a este concepto.

Poco a poco he ido aprendiendo que el amor incondicional empieza por el amor incondicional a mí misma, y éste supone que me acepto tal cual soy. Aceptarme tal cual soy significa que tengo conocimiento de mis propios límites, de las cosas que hoy puedo y de las que no puedo. 
Si, por las razones que sean, mi relación con una persona provoca malestar en mí ( ni hablar de daño o sufrimiento o maltrato en todas sus formas), me alejo por propia protección sin intentar cambiar a la otra persona, pues sé que solamente puedo trabajar para lograr cambios en mí misma.
El amor queda intacto, acepto y no espero nada de la otra persona, la bendigo. 

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