viernes, 6 de febrero de 2015

LECCIÓN 7.4: HOY NO JUZGARÉ NADA DE LO QUE OCURRA‏

"No juzgar a otros es una forma de liberarnos del miedo y de experimentar amor. Cuando aprendemos a no juzgar a los demás y a aceptarlos como son, sin ningún deseo de cambiarlos, podemos aprender simultáneamente a aceptarnos a nosotros mismos." 
G. Jampolsky
Nuestra mente natural y espontáneamente se maneja con categorías, clasificaciones, comparaciones, juicios.
No es fácil liberarse del yugo de nuestros propios juicios. 
Al percibir, automáticamente las creencias añejas ponen la lente a través de la cual nos permite ver sólo una parte de la realidad y al percibir los juicios se disparan: es peligroso, distinto, salvaje, oscuro, bueno, claro, amable, semejante. 
A partir de mis creencias previas veo lo que esas mismas creencias me permiten ver y desde lo que veo emito juicios sobre esa supuesta "realidad". Esos juicios se transforman en creencias a fuerza de repetirlos y esas creencias manipulan mi percepción. Las creencias son ese cristal a través del cual se percibe la realidad. Veo lo que creo.
El ciclo se retroalimenta en una espiral creciente:
CREO-PERCIBO-JUZGO-CREO-PERCIBO-JUZGO
Si soy consciente de esto y observo, sin juzgar, mis propios pensamientos y los juicios que sobrevienen, puedo, progresivamente, ir aprendiendo a reconocer de dónde vienen mis juicios. 
Puedo, además, ir eligiendo qué quiero pensar, en lugar de justificar, sostener y defender mis juicios automáticos.
Al cambiar mis pensamientos, van cambiando mis creencias.
Cambiando mis creencias amplío mi ventana de percepción: veo más, veo mejor.
Veo que no hay separación entre yo y los otros. Reconozco que somos distintas manifestaciones de una misma realidad. 
Y entonces pierdo el miedo que me provoca lo que percibo distinto y me abro al Amor, que no es ni más ni menos que aceptar al otro (y a mí misma) tal cual es (tal cual soy) sin querer cambiarlo (cambiarme). 
A esto se llama ampliación de consciencia. 

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