La maravillosa ley del desapego, que hoy nos proponemos conscientemente poner en práctica, es algo así como "el secreto detrás del secreto".
En la ley de ayer, la de la intención y el deseo, diseñamos aquello que deseamos concretar en nuestra vida y lo insertamos en el campo de la potencialidad pura.
La ley del desapego nos propone que, una vez hecho esto, soltemos el empecinamiento por obtener "ese" resultado.
Cuando introducimos nuestra intención y nuestro deseo en el campo de la potencialidad pura, éste queda informado.
En lugar de gastar las energías físicas, mentales, emocionales y espirituales en insistir en un resultado preciso diseñado desde la estrechez de la mirada que nos habilitan nuestros condicionamientos consolidados en el pasado, las redirigimos al momento presente:
YO
AQUÍ
AHORA
y disfrutando, viviendo conscientemente este instante, nos abrimos a la riqueza infinita de resultados que no hemos ni siquiera imaginado.
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