"Se nos ha dado todo cuanto podemos necesitar para ser felices ahora mismo. Entregarnos de lleno al instante presente es estar en paz. Eso quiere decir que no nos preocupa de qué manera nos va a proveer el Amor en el futuro. Tampoco nos preocupa lo que dijimos o hicimos en el pasado o si alguien que creemos nos trató mal va a recibir su merecido. Estar plenamente satisfecho en este mismo instante es un estado de ánimo tan poderoso en cuanto a su capacidad para curar y difundir paz, que las palabras no se aproximan ni remotamente a poder describirlo.
La ansiedad, que es la única alternativa a encomendarse de lleno a lo que está ocurriendo en el momento presente, es un estado de inmovilidad que se produce como resultado de fijar nuestra atención en lo que creemos que no puede cambiar: algo que ya pasó o algo que todavía no ha ocurrido."
¿Y qué hago cuanto mi mente, que no puede anclarse en el momento presente, me lleva al pasado con su resentimiento, culpas y deseos de revancha o de venganza o al futuro con sus miedos, angustias, ansiedad?
Recuerdo que mi mente actúa automáticamente y que yo puedo recuperar el mando.
La respiración ayuda siempre. Centrarme en el aire que entra y sale por la nariz, y volviendo a traerme al instante presente, al lugar en donde está mi cuerpo, puedo repetir en voz alta para ocupar más espacio en la pantalla mental:YO, AQUÍ, AHORA, ACEPTO, AGRADEZCO, AMO ESTE INSTANTE.
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