"Tenemos el poder de elegir nuestra propia realidad, y puesto que poseemos libre albedrío, podemos elegir ver y experimentar la verdad. Podemos experimentar el Amor como la verdad acerca de nuestra realidad. Mas, para ello, tenemos que rechazar en todo momento las limitaciones que nos imponen los temores del pasado o del futuro, y las que nos imponen las cuestionables "verdades"que hemos aceptado de nuestra cultura. Si así lo elegimos, podemos experimentar este instante como el único tiempo que existe, y vivir en la realidad del ahora.
Puesto que nuestras mentes no tienen fronteras, están en efecto unidas, siendo sus únicas limitaciones las que nosotros mismos les imponemos. Por ejemplo, cuando decidimos conferirle "realidad" a un pasado lleno de miedo, limitamos nuestra mente al obligarla a considerar ese pasado como si fuese nuestra realidad. Como resultado de ello, la mente no puede por menos que ver con miedo el porvenir, y no puede detenerse ni por un instante para disfrutar del presente en paz. Cuando usamos expresiones tales como no puedo o es imposible, nos autoimponemos las limitaciones de un pasado lleno de miedo." G. Jampolsky
Hoy, centrada en el ahora, elijo ver y experimentar el amor y la alegría. Cuando mi mente me traiga recuerdos del pasado que se transforman en predicciones de mi futuro, dulcemente los desplazaré centrándome en el instante presente, sintiendo mi cuerpo y mi respiración, repitiendo en voz alta lo que estoy haciendo, sonriendo y amando el momento.
Para sentir esa sensación del amor, podemos cerrar los ojos, llevar las manos al pecho y pensar en alguien o algo que nos produzca ternura: sentir que tenemos en la falda un bebé que nos sonríe, un cachorrito que juega con nuestras manos, pensar en nuestra mascota. Inevitablemente sonreiremos. Dejamos que esa sensación de tibieza que se genera en el centro del pecho se expanda. Puedo asegurarle que en menos de un minuto, los fantasmas desaparecen.
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