"Una es con los ojos del ego y la otra con los ojos del amor. siempre podemos elegir si vamos a escuchar la voz del ego o la voz del amor. Creamos relaciones positivas solamente cuando prestamos atención a la voz del amor."
G. Jampolsky
La voz del ego nos llena del miedo de no ser amados o de perder a los que amamos. Desde ese miedo desarrollamos estrategias para retenerlos cerca nuestro, aún en contra de la voluntad de los amados. ¿Puede el amor forzar la voluntad del otro?
La voz del amor nos llena de alegría y desapego. Desapego para permitir que la persona amada (hijos, pareja, amigos,hermanos) sea feliz de la forma en que decida serlo.
La voz del amor libera del miedo a quien ama y libera de lazos ahogantes a quien es amado incondicionalmente.
En el día de hoy me preguntaré: Esta llamada, este pedido, este reclamo (que quiero hacerle a la persona amada) ¿están motivados en el miedo de no ser amada y en la necesidad de que me lo confirmen, o lo que me mueve a hacerlo es el amor incondicional por mí y por el otro sin intentar forzar ni manipular la voluntad de nadie? ¿Me permito y les permito a los otros elegir el color que los hace felices para pintar su vida?
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