
Para comprender mejor cómo el ego bloquea la percepción del amor, imaginemos que estamos escuchando su voz. Podemos oír algo como esto:

No quiero que nadie me critique o que alguien esté en desacuerdo conmigo. Quiero conseguir mis propósitos siempre, y quiero ser querido, amado y aceptado aunque mi conducta sea hostil, aburrida o agresiva.
El propósito de todas las relaciones es demostrar que yo soy quien tiene el poder. Lo que yo digo es lo único válido. Recuerda, si alguna vez falta la armonía en nuestra relación, yo siempre tengo razón y tú estás siempre equivocado. Y quiero que te des cuenta de que si tenemos algún problema, tú tienes la culpa."
G. Jampolsky
La mejor estrategia del ego: "Nooooo, YO no pienso así". La realidad es que muchas veces nuestras reacciones demuestran que, tal vez muy en el fondo, seguimos pensando así.
Hoy intentaré detectar la voz del ego en mis vínculos con los otros.
Cada vez que me descubra...
- a la defensiva
- atacando
- juzgando las equivocaciones ajenas
- sosteniendo apasionadamente MI punto de vista
- sintiéndome víctima, mal amada o des-amada
- diciendo QUIERO QUIERO QUIERO, y lo quiero AHORA
...sonreiré compasivamente conmigo misma y apelando al sentido del humor me diré: "Te pesqué cariñito, ahora volvamos al amor: Me amo y me acepto tal cual soy ahora, en mi circunstancia y hago lo mismo con los que me rodean."
Aceptarme y aceptar a los otros, tal cual somos, perfectos en nuestras imperfecciones, alejándome amorosamente de lo que me daña y cuidándome de no dañar a otros, es la manera de retomar las riendas, desplazando al ego y a todo su poder dictatorial, con el amor.
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