miércoles, 29 de febrero de 2012

Mujeres y hombres- 1


"Suponemos erróneamente que si nuestros compañeros nos aman reaccionan y se comportan de cierta forma, la forma en que nosotros reaccionamos y nos comportamos cuando amamos a
alguien."


"Los hombres esperan erróneamente que las mujeres piensen, se comuniquen y reaccionen en la forma en que lo hacen los hombres, las mujeres esperan erróneamente que los hombres sientan, se comuniquen y respondan en la forma en que lo hacen las mujeres. Hemos olvidado que se supone que hombres y mujeres son diferentes. Como resultado de ello, nuestras relaciones se llenan de fricciones y conflictos innecesarios.

El hecho de reconocer y respetar con claridad dichas diferencias reduce drásticamente la confusión cuando uno trata con el sexo opuesto. Todo puede explicarse cuando uno recuerda que los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus." J.GRAY 


sábado, 25 de febrero de 2012

PLANIFICAR EL FIN DE SEMANA

Tener planificado el fin de semana es una medida preventiva de sentimientos depresivos. Estadísticamente las tardes del domingo son las que mayor porcentaje de crisis depresivas acumula. 


Amanecemos el sábado y la rutina que, de lunes a viernes  nos mantiene ocupados y entretenidos, se diluye y nos deja huecos enormes que no sabemos cómo llenar.
 En esos espacios vacíos se deslizan los fantasmas (nuestras ideas oscuras, miedos, pensamientos negativos) que mantuvimos alejados durante cinco días en base a una actividad intensa. En realidad, no se alejan pero nosotros hacemos como que no están. En el tiempo dilatado del sábado y, sobre todo, del domingo nos relajamos y ahí vuelven al centro de la escena.
Aprovechemos esta oportunidad para verlos. 


Dediquemos un tiempo limitado, y previamente decidido por nosotros mismos (media hora por ejemplo), para sentarnos cuaderno en mano y darles cabida. El mejor momento es a la mañana, antes, durante o después del desayuno. A las noches, antes de dormir, es propicio para revisar lo vivido y sentido durante el día.
A continuación una guía para ponerlo en práctica:

  1. Escribamos qué nos atemoriza, qué nos entristece, qué nos mortifica, qué nos enfurece, durante quince minutos. 
  2. Luego leamos lo escrito y evaluemos qué motivos reales tenemos para sostener esos miedos, esas tristezas, esas iras. Seguramente ninguno de ellos tiene que ver con este momento preciso que estás viviendo, ahí en tu mesa del desayuno, entonces...
  3. Volvamos al aquí y ahora y hagamos un balance de todo lo bueno que tenemos en la vida y de todo aquello por lo cual podemos elevar nuestro agradecimiento. Escribamos este listado de gracias.
  4. Programemos nuestras actividades del día con horarios, flexibles, pero claros y precisos para realizar aquellas tareas que pueden facilitarnos la vida hoy y el resto de la semana.
  5. Planifica por lo menos una actividad para el sábado y otra para el domingo que hagan que salgas de casa, que te arregles para salir y que te resulte totalmente placentera. Elígela como un regalo para esta persona que es la más importante en tu vida: tú.
  6. Organiza un tiempo para estar a solas y otro para estar en compañía.
  7. Ten en cuenta que cuerpo y mente necesitan descanso, planifica generosamente tus momentos de descanso en el fin de semana.
  8. El domingo a la noche vuelve a tu lista de agradecimiento: agradece todo lo aprendido, disfrutado y logrado el fin de semana y escríbelo en tu cuaderno. Esto te permitirá irte a dormir con la mochila llena de recursos mentales y emocionales para la semana entrante.
¡Feliz fin de semana!





viernes, 24 de febrero de 2012

MIS CERTEZAS


El miércoles he tenido una experiencia que confirmó algunas de mis certezas. 

Las comparto con ustedes:


Sé que todo lo que me sucede es por mi bien mayor. 
Todo tiene un sentido y todo es una oportunidad de aprendizaje.
Nada puede dañarme si me mantengo en contacto con mi ser interior, y reconozco la divinidad en mi. 


Aflojo, acepto, agradezco mi circunstancia aquí y ahora y me abro para reconocer mi propio poder y fortaleza. 


Centrarme en el instante presente, aquí y ahora, en el centro de mi corazón, cerrar los ojos y recordar y sentir amor sin condiciones hacia mi misma, aleja de mi corazón la angustia y los miedos, las culpas y los arrepentimientos, los reproches y los resentimientos.



domingo, 19 de febrero de 2012

PAREJA Y AUTONOMÍA

Siguiendo con los tres principios que expone Walter Riso, SOLIDARIDAD, RECIPROCIDAD Y AUTONOMÍA,  hoy completamos la trilogía.



"En... un amor inteligente y maduro, básicamente ético, la responsabilidad asumida libremente pesa más que
el deber tajante, el querer amar, más que el deber amar.

Tu relación es libre y autónoma cuando:
• Puedes disponer de tu tiempo y tus cosas.
• Expresas tus puntos de vista cómodamente.
• Puedes desarrollar tus actividades tranquilamente.
• No debes pedir permiso.
• Las obligaciones no te asfixian.
• Tu pareja no te vigila.
• Sientes que creces como persona. No debes justificar y explicar cada comportamiento frente a tu pareja como si fuera un juez.
• Obras de acuerdo con tus decisiones.
• Puedes expresar el amor como quieras.
• Tu pareja escucha seriamente tus quejas.

No respeta tu autonomía, tu libertad y tu independencia
quien te quita la posibilidad de actuar, querer o conocer de
acuerdo con tu buen entender y parecer.

sábado, 18 de febrero de 2012

PAREJA Y RECIPROCIDAD


Continuamos con Walter Riso...
"Tu relación se basa en la reciprocidad cuando:
o El intercambio afectivo y material es equilibrado y justo.
o Los privilegios son distribuidos equitativamente.
o El acceso a los derechos y deberes es igual de parte y
parte.
o Ninguno de los miembros intenta sacar ventajas o explotar
al otro.
o No hay la sensación de "estafa" afectiva.
o No tienes que recordarle a tu pareja lo que necesitas.
o Ninguno piensa que merece más que el otro.
o Existe una correspondencia mutua sobre lo fundamental.



Tu pareja no es recíproca, si no le importa lo que piensas y
sientes. En el amor, el que da, casi siempre espera recibir o
tiene expectativas al respecto. Es el equilibro natural del
amor justo y equitativo."

jueves, 16 de febrero de 2012

PAREJA Y SOLIDARIDAD


Walter Riso, en su libro "Los límites del amor", habla de tres condiciones necesarias para el establecimiento de una pareja sana: SOLIDARIDAD, RECIPROCIDAD, AUTONOMÍA.
Empecemos por la primera, SOLIDARIDAD.

Tu relación es solidaria cuando:
• En los momentos difíciles de la pareja, los dos están
presentes. 
• Cada uno se preocupa por el bienestar del otro.
• Cada quien defiende al otro y la relación, si se ven amenazados de cualquier forma.
• Ninguno de los miembros cuenta intimidades a extraños que puedan afectarlos.
• Ambos se hacen cargo de las responsabilidades
asumidas y están al tanto de lo que le ocurre a la otra
persona.
• Ninguno desprestigia al otro, ni a la relación.
• Luchan hombro a hombro por las metas comunes, sin recostarse en el otro.
• Cada cual siente que puede contar con el otro.
• Los dos se toman en serio.
• Ninguno subestima los problemas que pueda tener la relación.

No es solidario contigo quien hace caso omiso de tus intereses, los subestima o no hace un esfuerzo para
comprenderlos, pese a tus pedidos y redamos racionales.


miércoles, 8 de febrero de 2012

ACEPTAR

Cuando hablamos de aceptar como una clave para la felicidad automáticamente pensamos en que necesitamos aceptar las cosas que nos incomodan en la vida. Y sí, eso también. Pero no sólo eso.
¿Te resulta fácil aceptar lo bueno?


Si analizamos bien nuestras creencias a partir de lo que decimos descubrimos que en realidad no es tan fácil estar dispuesto a aceptar lo bueno en la vida. Aunque nos resulte increíble estamos más preparados para aceptar lo negativo.
Veamos:

  • ¿Aceptas de buen grado un regalo sin decir: no tenías por qué, no te hubieras molestado?
  • ¿Recibes los piropos creyendo que lo que te dicen es real?
  • ¿Cuando algo te sale bien piensas que es casualidad?
  • ¿Si alguien te invita a comer o a beber o al cine, inmediatamente quieres pagar tu parte o piensas cómo compensarlo con otra invitación?
  • ¿Dices "no gracias" cuando alguien te ofrece ayuda?
Si hemos respondido sí a alguna de las preguntas anteriores es señal de  que tenemos alguna dificultad para aceptar lo bueno y positivo en nuestras vidas y para sentirnos merecedores de ello. Podemos empezar ahora mismo a cambiar nuestra forma de pensar y nuestras creencias aceptando, agradeciendo y sintiéndonos merecedores.
En el día de hoy acepto y agradezco todo lo bueno que la vida me traiga porque sé que soy merecedora de la abundancia en forma de  ¡dinero, amor, salud, alegría!

sábado, 4 de febrero de 2012

AMAR DEMASIADO...MAL

Extraido del libro "LAS MUJERES QUE AMAN DEMASIADO", de Robin Norwood.


"Desde el instante en que Jill tomó conciencia de un problema entre ella y alguien importante para ella, estuvo dispuesta no sólo a tratar de resolverlo sino también a asumir la responsabilidad por haberlo creado. Si Randy, su esposo y su padre no la hablan amado, ella sentía que debía ser por algo que ella había hecho o dejado de hacer. Las actitudes, los sentimientos, la conducta y las experiencias de vida de Jill eran típicas de una mujer para quien estar enamorada significa sufrir. Ella exhibía muchas de las características que tienen en común las mujeres que aman demasiado. A pesar de los detalles específicos de sus historias y luchas, ya sea que hayan soportado una larga y difícil relación con un solo hombre o se hayan visto involucradas en una serie de relaciones infelices con muchos hombres, las mujeres que aman demasiado comparten un perfil común. Amar demasiado no significa amar a demasiados hombres, ni enamorarse con demasiada frecuencia, ni sentir un amor genuino demasiado profundo por otro ser. En verdad, significa obsesionarse por un hombre y llamar a esa obsesión "amor", permitiendo que ésta controle nuestras emociones y gran parte de nuestra conducta y, si bien comprendemos que ejerce una influencia negativa sobre nuestra salud y nuestro bienestar, nos sentimos incapaces de libramos de ella. Significa medir nuestro amor por la profundidad de nuestro tormento."

viernes, 3 de febrero de 2012

Sobre el amor...

Estoy leyendo el libro de W. Jagër, "Sobre el amor" y voy entendiendo por qué sentía tanto rechazo por el título del maravilloso e inspirado libro de Robin Norwood "Las mujeres que aman demasiado".
Cada vez que lo digo en voz alta agrego en voz baja: "...que aman demasiado mal".  

Día a día voy descubriendo que del amor, del AMOR, muy poco he sabido y experimentado a lo largo de la vida. Mis creencias, ideas, visiones, imágenes, relatos sobre el amor me han impedido disfrutar de las delicias ilimitadas que nos llegan como consecuencia de amar, de amar de verdad, es decir, AMAR SIN CONDICIONES.

Mis ideas de "lo que debe ser", "lo que tengo que" y "lo que tienes que", han limitado las posibilidades de experimentar el amor y me han mantenido atada, amordazada, encarcelada, maniatada. Por lo tanto, al mismo tiempo he intentado atar, amordazar, encarcelar, maniatar a quien decía que amaba.  Los juicios, la crítica, la queja, las expectativas me llevaban inevitablemente a la frustración, el enfado y la ira. Mis intentos por controlar y manipular a mí misma, a los otros (madre, padre, hijo, amigo,jefe,  hermano o pareja) y a las relaciones que establezco con ellos en nombre de lo que "es lo que debe ser porque así y solamente así está bien", nada tienen que ver con el amor.


Poco a poco voy entendiendo, a fuerza de experimentarlo,  que cuando suelto, libero, desato, abro mis manos para dejar al otro, y a la relación que construimos, ser tal cual es,  me suelto, me libero, me desato y quedo abierta a disfrutar y celebrar el milagro de ser y el milagro de que el otro sea. Y así liberada, sonrío y celebro.



Cuando lo consigo, cuando consigo dejar de poner palabras y explicaciones, cuando bajo el volumen de mi mente parlanchina y puedo contactarme conmigo misma en el centro de mi corazón, despojada ideas y creencias y, desde ahí, siento y vivo, experimento la alegría de ser y se disuelve todo vestigio de sufrimiento. Todo lo que decido en ese estado de amor incondicional a mí misma me encamina a mi propio cuidado y respeto y al cuidado y respeto de los otros.
De eso hablaba San Agustín cuando decía: "¡Ama y haz lo que quieras!".

jueves, 2 de febrero de 2012

LAS ENERGÍAS DEL AMOR

"LLEGARÁ UN DÍA EN QUE, DESPUÉS DE DOMINAR EL ESPACIO, LOS VIENTOS, LAS MAREAS Y LA GRAVEDAD, DOMINAREMOS PARA DIOS LAS ENERGÍAS DEL AMOR. Y, ESE DÍA, POR SEGUNDA VEZ EN LA HISTORIA DEL MUNDO, HABREMOS DESCUBIERTO EL FUEGO."   Teilhard de Chardin

miércoles, 1 de febrero de 2012

COMPARTIR, EL CAMINO A LA FELICIDAD



por Yehuda Berg
Vivir una vida feliz, plena y con propósito cada día no es sólo un sueño; es nuestra responsabilidad diaria. Todo lo que tenemos que hacer es compartir. Esto se debe a que compartir es el camino directo a la felicidad: necesitamos el proceso incómodo de desarraigar al ego para poder experimentar la realización verdadera. Comparte hoy. Cuanto más incómodo sea, más feliz serás.

lunes, 30 de enero de 2012

EL SUFRIMIENTO, por Yehuda Berg


El sufrimiento provoca un gran impacto en el sistema nervioso, como un golpe en toda la estructura física y psicológica del ser. Por lo general, tratamos de escapar tomando drogas, alcohol o a través de alguna religión, o nos volvemos cínicos, o aceptamos las cosas como inevitables. 
¿Podemos investigar esta cuestión profundamente, con seriedad? ¿Es posible no escapar del sufrimiento? Quizá, mi hijo muera y tenga un dolor inmenso, un shock, y descubrir que en realidad soy un ser humano aislado; de modo que no puedo afrontarlo, tolerarlo, y escapo de ello. 
Hay muchas clases de escapes mundanos, religiosos o filosóficos, pero cualquier escape es una pérdida de energía. 
No escapar de ninguna clase de dolor, de la pena de la soledad, de la agonía, de un shock, sino permanecer completamente con el suceso, con esa cosa que llamamos sufrimiento, ¿es eso posible? 

¿Podemos sostener cualquier problema, sostenerlo y no tratar de solucionarlo, sino mirarlo como si sostuviéramos una joya preciosa y exquisita?

La belleza de la joya en sí misma nos atrae, es tan agradable mirarla. De la misma manera, si somos capaces de sostener el sufrimiento completamente, sin ningún movimiento del pensamiento para escapar, entonces esa misma acción de no movernos del hecho genera la total libertad de eso que nos causa dolor.

viernes, 27 de enero de 2012

EL PODER DE NUESTRO PENSAMIENTO

Hay un experimento muy simple que comprueba el efecto de nuestros pensamientos sobre nuestro cuerpo.
Podés hacerlo ahora mismo:imaginá que tenés en la mano un jugoso, amarillo y brillante limón cortado por la mitad, lo llevás hasta tu boca y comenzás a chuparlo...

Sí, nuestros pensamientos son mensajeros químicos que hacen efecto directamente en nuestro cuerpo.
La simple evocación de un limón dispara una serie de mecanismos que permiten que nuestra boca se llene de saliva para contrarrestar el ácido... ¿Qué clase de química envenena nuestro cuerpo cuando tenemos pensamientos venenosos?
Creamos nuestra realidad, por lo menos en nuestro cuerpo, con lo que pensamos. Ese efecto lo producen tanto nuestros pensamientos conscientes como los  inconscientes. 
Se calcula que al día podemos tener unos 60.000 pensamientos.
Empecemos a actuar, convirtiéndonos en observadores de lo que pensamos y vayamos recuperando nuestra libertad de elegir qué queremos pensar.

jueves, 26 de enero de 2012

EL CUERPO, LOS MIEDOS Y LOS KILOS DE MÁS

Ya todos sabemos que el cuerpo nos grita lo que nosotros no nos escuchamos. SIEMPRE.
Y es una suerte porque nos da pistas hacia dónde dirigir nuestra atención.
Uno de los problemas más común con nuestro cuerpo es tener sobrepeso, Uno, tres o diez kilos de más. ¿Quince? ¿Veinte? ¿Por qué las dietas no funcionan y luego de intervenciones quirúrgicas como el balón gástrico y otras mucha gente vuelve a engordar?




Aprendimos de muy pequeños que por la boca se podían solucionar todos nuestros problemas: generalmente lo primero que hacen los adultos cuando un bebé llora es taparle la boca con la teta, el biberón o un chupete. Con comida real o con el engaño y la frustración de chupar en vacío, la sensación de incomodidad desaparecía por un momento. 
Y lo que se aprende de chiquito...




Seguimos haciendo lo mismo, ante alguna inquietud encendemos un cigarrillo, nos servimos una bebida, masticamos chicle, chupamos un caramelo, comemos lo que tengamos cerca sobre todo dulces y harinas o abrimos una y otra vez la heladera para quedarnos parados mirando dentro esperando encontrar "algo".
Sin dejar de atender nuestros problemas de metabolismo y, por supuesto consultar con el médico, es interesante echar una mirada a nuestro interior, a nuestras creencias y sentimientos, a lo que pensamos de nosotros mismos y de los demás.
Dice Louise Hay: "El exceso de peso representa una necesidad de protección. Tratamos de protegernos de heridas, agravios, críticas, abusos e insultos, de la sexualidad y de las insinuaciones sexuales, de un miedo general a la vida, y también de miedos específicos.... Amarse y aprobarse, confiar en el proceso de la vida  y depositar su seguridad interna en el conocimiento  del poder de la propia mente son los elementos básicos de la mejor dieta que conozco. Póngase a dieta de pensamientos negativos y el problema del peso se resolverá solo."
El exceso de peso, es esa capa de grasa con la que me protejo inconscientemente de los peligros externos. Pero es también la distancia que pongo al contacto con los otros y las capas con las que me cubro para esconderme aún más de mí misma.
Cuando voy aprendiendo a mirarme sin velos, a escucharme sin interferencias, cuando pierdo el miedo y la vergüenza de ser quien soy y como soy, cuando puedo decir de verdad, es decir, sintiéndolo, mientras me miro desnuda en el espejo:"ME AMO Y ME ACEPTO TAL COMO SOY", dejo de necesitar las dietas, mi cuerpo me va indicando qué necesita y yo me doy lo bueno y lo mejor.

martes, 24 de enero de 2012

¿RESIGNARSE, TOLERAR, SOPORTAR O ACEPTAR?

Resignarme es darme por vencido. Sugiere el final de una lucha, la pérdida de la esperanza, el cierre del camino. Cuando me resigno me coloco en el lugar de la víctima, sin darme a mí mismo, a los otros o a la situación posibilidad al cambio. La resignación cristaliza la situación, me cristaliza a mí y al otro, nos deja estáticos, sin movimiento. Como la muerte. "No vas a cambiar nunca". "No tiene remedio". "Yo soy así".
Negamos toda posibilidad de cambio o transformación. Resignarse es acunar el sufrimiento.
Tolerar es colocarme en un nivel superior a lo tolerado. Si tolero lo hago porque soy más fuerte, más capaz, más bueno, más digno... que lo que tolero. Así sea una situación, una persona, mis propias dificultades. Tolerar supone el juicio y la crítica, los lleva ocultos. Tolerar me envuelve en la secreta trampa de creerme mejor... "Te tolero porque no puedes ser distinto"."Te tolero aunque no seas como yo quiero que seas". "Tolero la situación porque soy fuerte". Es muy parecido a soportar. Siempre está la amenaza enmascarada del final: ¿y si me canso y ya no soporto más, no tolero más? Tolerar, soportar es justificar mi ira en este final.
Aceptar en cambio es celebración gozosa. Celebro la diferencia entre yo y vos. La celebro como el camino que me lleva a encontrarme con los misterios del otro sin intención de develarlos. Aceptar es apertura a todas las posibilidades. Renuncia a negar u ocultar, abandono de mi compulsión a forzarme, a forzar a los otros o mi realidad actual para ajustarla a mis deseos. Aceptar es decir "SÍ", es tener fe y confianza en mí y en los otros. Aceptar la situación difícil es abrirme al aprendizaje, es escudriñar las posibilidades y las oportunidades que hay en mí, en el otro, en la situación.  Cuando empiezo el ejercicio de ir aprendiendo como aceptarme tal cual soy  aquí y ahora, cuáles son mis posibilidades en este momento, comienzo a descubrir muchos de mis talentos escondidos y cultivarlos. Y eso se va expandiendo en mi aceptación de los otros, de mi realidad, de la realidad social y económica: encuentro las oportunidades, las potencialidades que puedo tomar y desarrollar. Por eso la aceptación es la condición para el cambio. 
Cuando me resigno o tolero me centro en lo negativo, en lo que no quiero, en lo que me molesta de mí, de los otros o de la circunstancia, estrecho mi visión y la concentro en lo tolerado, en lo soportado y lo amplifico como con una lupa.
Cuando acepto, amplío mi mirada, abro la lente de la consciencia e ilumino todos los rincones. 

Dice Segio Sinay en su libro "El buen amor": "La aceptación me libera de la tentación de cambiar al Otro y me hace libre también del peligro de ser forzado a cambiar para convertirme en lo que no soy. La aceptación como condición del buen amor, bendice el encuentro entre dos que cruzan sus vidas para generar  un vínculo único y sagrado desde sus bienaventuradas singularidades".