TOMA LO QUE TE SIRVE Y DESCARTA LO QUE NO

Hace unos años en los grupos de autoayuda conocí una frase que me permitió seguir allí sentada: 

TOME LO QUE LE SIRVE Y DESCARTE LO QUE NO

Y también

 NO DISCUTA NI RESPONDA, 

NO ENTRE EN CONTROVERSIAS....

Más o menos éstas son las reglas de esos grupos y es precisamente lo que garantiza su funcionamiento.

Difícilmente estemos de acuerdo en todo con las ideas de alguien o compartamos algunas ideologías en su totalidad.

Pero siempre, siempre, tenemos la posibilidad de aprender, aún en la disidencia:

• aprender a aceptarme a mí y a mis ideas
• aprender a aceptar al otro sin condiciones
• aprender flexibilidad
• aprender tolerancia
• aprender a verme espejado por el otro
• aprender a separar al otro, creado a imagen y semejanza de Dios, de sus ideas y reconocerlo mi hermano
• aprender a ver el lado bueno de aquello en lo que no estamos de acuerdo
• aprender a pasar por el lugar desde donde puede ver el otro para sentirme más hermano
• aprender a aceptar que mis propias creencias también son incompletas 

Por eso, puedo escribir desde  la humildad de saber y  aceptar que comparto lo que voy aprendiendo, siempre incompleto, siempre mejorable, sabiendo que solamente puedo ver desde el lugar en que hoy estoy parada y que, a menos que me permita girar sobre mí misma para ver el resto, me quedaré con un estrecho recorte de visión, tan sólo el fragmento que entra en mi campo.

Es tan maravilloso pensar en el campo de las infinitas posibilidades, pensar en la mente de dios, que acepto mi finitud e incompletud humildemente para sostener la trascendente actitud de asombro ante la creación.