EL HACEDOR DE LLUVIA

EL HACEDOR DE LLUVIA

En una lejana aldea hacía muchísimo tiempo que no llovía. De nada sirvieron todas las oraciones y rogativas, los rituales y los sacrificios.

Los aldeanos se vieron en la necesidad de llamar al Hacedor de Lluvia.

El anciano, al llegar a la aldea, dijo:

-       Dadme pan y agua para algunos días y una choza en vuestra aldea en la que me pueda retirar.

Al cabo de tres días empezó a llover. Llenos de alegría los habitantes de la aldea se acercaron al Hacedor de Lluvia y le preguntaron cómo lo había hecho. El Hacedor de Lluvia respondió:

-       Al llegar a vuestra aldea sentí el desorden provocado por vuestra insensibilidad y enemistades. Por eso entré en la choza y me puse a mí mismo en orden. Y al ordenarme yo mismo, vosotros también os ordenasteis. Al encontraros en orden, la naturaleza también se ordenó. Y al ordenarse la naturaleza, llovió.

SOMOS RESPONSABLES DE LO QUE TRASMITIMOS AL MUNDO, YA SEA AMOR, BONDAD, ODIO, IRA O COMPASIÓN. EL AMOR NO COMIENZA CON LA PALABRA Y CON EL ABRAZO, SE INICIA EN NUESTRO PENSAMIENTO. Y LO MISMO OCURRE CON LA IRA, EL ODIO LA AVERSIÓN, EL DESPRECIO.

SÉ EL OBSERVADOR SILENCIOSO DE TUS PENSAMIENTOS

Y DECIDE QUÉ PENSAR EN CADA MOMENTO.