por Yehuda Berg
Estás con un grupo de amigos o colegas de negocios. Todos están hablando, demostrando su pericia sobre un tema en particular, pero es evidente para ti que tú sabes mucho más que ellos sobre el tema. Sientes la presión de hablar y hacer alarde de tu conocimiento. Es natural. Lógico.
Sé ilógico el día de hoy. No hables cuando quieras corregirle las cosas a alguien. No digas una palabra. Reconoce la oportunidad espiritual en dejar ir la necesidad de tener la razón. Esto crea una abertura para que la Luz entre y puedas aprender algo valioso de la conversación.
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