"Solos podemos hacer tan poco, juntos podemos hacer mucho".
― Helen Keller
A medida que pasamos más tiempo en la quietud, conociéndonos y aceptando nuestros deseos y necesidades, nuestras luces y nuestras sombras, nuestra perfección esencial y nuestras imperfecciones cotidianas, vamos entendiendo la naturaleza propia y de los otros.
El juicio y las comparaciones desaparecen y, paulatinamente, mejoramos nuestras relaciones con los demás.
Aceptarme tal cual soy y aceptar a los otros tal cual son, supone soltar la pretensión de que sean distintos y que si me lo propongo puedo cambiarlos.
Aceptar la situación y las personas tal cual son, también incluye a los que me lastiman o dañan de cualquier forma. Ante esto la decisión es apartarme para mi propia protección sabiendo que, sola, nada puedo hacer para que otro cambie.
Abrazo mis propias fallas y abrazo a los otros con sus fallas para hacer juntos, con los que están dispuestos a asociarse,un mundo mejor.
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