jueves, 29 de marzo de 2012
martes, 27 de marzo de 2012
BUENOS DÍAS
La actitud con la que empezamos el día nos predispone para los acontecimientos de la jornada.
Al despertarnos, aún antes de abrir los ojos, damos gracias por este nuevo día y decidimos y declaramos que nos construiremos abundancia de amor, de trabajo, de bienes materiales, de salud, de alegría para nosotros y para los otros.
De ahí al baño, al espejo a darle los buenos días a la persona más importante en nuestra vida, al compañero permanente desde el principio al fin: nosotros mismos.
Frente al espejo, nos miramos a los ojos, sonreímos y nos damos los buenos días deseándonos alegría y prosperidad.
Con esa misma actitud y deseos saludamos a cada persona con la que nos cruzamos.
Poco a poco vamos descubriendo cómo nuestra vida cambia. Pequeños "milagros", "casualidades", "suerte" comienzan a mostrarse.
Pensamos que las cosas nos suceden... Nuestra predisposición, actitud, pensamientos participan de la construcción de esos sucesos. Pongamos de nuestra parte para que cada día se construya a la medida de nuestras necesidades y deseos.
Que tengan hoy, todo el día, luz, alegría, prosperidad, abundancia de todo lo esperado!
miércoles, 21 de marzo de 2012
De hijos y padres, noticias de la Revista de Neurología
Los hijos de padres mayores de 35 años son más propensos a sufrir un trastorno del espectro autista - Revista de Neurología
Un estudio publicado en Annals of Epidemiology ha determinado que los hijos de padres mayores de 35 años parecen más propensos a sufrir un trastorno del espectro autista, aunque los datos no explican la razón. Si la causa fueran las complicaciones genéticas asociadas con los espermatozoides o los óvulos envejecidos, tener ambos padres mayores debería elevar aún más el riesgo de que un hijo sea autista.Los autores reunieron información de 9.556 niños diagnosticados con trastorno del espectro autista.
Los hijos de padres mayores de 35 años tenían hasta un 28% más de probabilidades de recibir ese diagnóstico que los niños de padres menores de esa edad. La edad materna no modificó ese resultado. Si el padres tenía más de 40 años, el riesgo de tener un hijo autista era un 37-55% más alto elevado, independientemente de la edad materna. En el caso de la edad materna, los hijos de mujeres mayores de 35 años eran un 21-37% más propensos a desarrollar autismo que los hijos de mujeres menores de 35 años.
Más allá de lo biológico de la edad y de cuestiones genéticas que podrían influir aunque no determinar, me permito relacionar estos resultados con la realidad de algunos mayores de 35 que han postergado o no han elegido hasta esta edad tener hijos porque en su proyecto de vida y otras cuestiones están primero: la profesión, la economía, el trabajo, su arte.
Eso no cambia automáticamente por el nacimiento de un hijo. La vida superocupada, la mente dedicada a cuestiones profesionales y laborales. La atención y las energías puestas en sus objetivos prioritarios; su carrera, su economía, su arte. No queda espacio, tiempo ni fuerzas para el hijo, porque no podemos todo, somos humanos y finitos.
¿Cómo entender si no esos casos, como el sucedido el año pasado, en donde un padre, profesor universitario, dejó a su bebé en el coche en donde se murió deshidratado porque su papá se olvidó de él cuando entró a su despacho en la universidad? Y lamentablemente no fue el único. Son casos extremos, pero sin llegar a eso los bebés y niños sentados frente a niñeras electrónicas, mientras sus padres leen, chatean, blogean o trabajan en sus computadoras, son escenas
más comunes de lo deseado hoy en día.
Es necesaria una cierta calidad en el vínculo con un bebé, una serena dedicación real, estar presente el momento en que estoy con mi hijo para detenerme a mirarlo a los ojos y acariciarlo, a mirarlo mientras lo acaricio y lo abrazo suavemente y le hablo.
Es necesaria una atención EXCLUSIVA.
Esos estímulos producen un efecto real en la conformación de las redes neuronales.
Tener un hijo no es comprarse un piso o un coche para tener lo que hay que tener, para no quedarme sin eso que ansío tener. Tener un hijo es elegir un nuevo proyecto de vida, es aceptar que mi vida cambiará para siempre, que mis prioridades a partir de ahora REALMENTE serán otras.
Mi carrera, mi profesión, mi trabajo, mi economía pasarán a otro plano pues elijo hacerme cargo de la responsabilidad más ardua del ser humano: el cuidado y la crianza de otro ser humano. Los primeros meses de vida son cruciales y es necesaria una dedicación casi absoluta, por eso dan licencias por nacimiento de hijos y en muchos países se los dan al padre y a la madre.
Otros adultos pueden suplirnos, pero asegurémonos que esos adultos le prestan al bebé la atención en exclusividad que es necesaria para un desarrollo adecuado.
viernes, 16 de marzo de 2012
VIVIR PRESENTE EN EL INSTANTE
Me desperté aceptando ciertas condiciones de mi cuerpo que reacciona a los cambios atmosféricos y sabiendo que lo único que puedo hacer es aceptar y acompañarme.
Como en yudo, en lugar de resistir la caida, la acompaño y así en lugar de quebrarme caigo suavemente, y duele menos.
También como en yudo, miro de frente a los ojos al otro que viene a atacarme y no hago ningún esfuerzo para vencerlo, lo espero y utilizo su propia fuerza en mi defensa.
Aprendí que si centro mis pensamientos en el dolor, éste se acrecienta, mi mente consciente e inconsciente crea, aumenta aquello en lo que mi atención se fija. No entiende ni discrimina las negaciones, lo bueno o lo malo: yo lo pienso y ella lo entiende como orden y eso crea.
Por eso es importante, haciéndolo de una manera consciente, pensar solamente lo que deseamos: salud, vernos rodeados de los que amamos, sentirnos vitales, y cuando el cuerpo se empecina en molestar, aflojar y recordar que eso, como todo, pasa. En lugar de pensar una y otra vez en lo que nos produce dolor físico o emocional, recrear en nuestra mente la vida, las emociones, los pensamientos que queremos.
Mucho amor, que es lo más saludable, amor para darnos, para dar y sobre todo para recibir, permitir que los otros nos amen como pueden y agradecer, agradecer, agradecer. llenar nuestro corazón y nuestra boca de agradecimiento.
Solo eso tenemos, todos y cada uno, el instante presente pero, distraidos, nos olvidamos y no lo aprovechamos.
Mi cuerpo me recuerda eso, que necesito aprovechar cada instante mientras puedo, porque a veces, como ahora, mi cuerpo se confunde con los cambios y necesito invertir más para poder estar presente y disfrutar.
martes, 13 de marzo de 2012
INTELIGENCIA SEGÚN PIAGET
Soy psicopedagoga, Piaget es uno de mis maestros. Y él decía: INTELIGENCIA ES ADAPTACIÓN.
Inteligencia es un equilibrio dinámico entre dos procesos: ASIMILACIÓN y ACOMODACIÓN.
ASIMILAR es incorporar a mis estructuras (lo que ya tengo, lo que soy, mi historia, mi cultura) lo que viene de afuera, le doy mi estilo, lo veo como puedo, le imprimo mi impronta, hago mío lo que antes me era ajeno, les doy mi forma. Y es importante claro, Pero si me quedo con esto solamente, me aislo en mi experiencia, limitado a mi propia visión, confundido y cegado por mi propia luz que solamente ilumina una porción, me cierro. Puedo creer que esto que yo alcanzo es todo, cuando solamente es una parte, la que mis estructuras me permiten ver. Acciono sin tener en cuenta nada más que a mí mismo, a mis ideas, a mis intereses. Se parece bastante a la soberbia y al egoísmo.
Hay un desequilibrio.
ACOMODAR es el proceso complementario. Acomodar es abrirme, ampliar mi mirada a mi afuera, acomodar es aceptar, flexibilizarme, oir y compartir. Es permitir que el afuera me influya, poner en consideración la visión de los otros que completa la mía. Pero si siempre estoy acomodando, pierdo la libertad de elegir, me desconecto de mi propia opinión, dejo de reflexionar y solamente acepto mansamente lo que se impone de afuera. Es más cómodo, no me responsabilizo, pongo afuera de mí las causas y las respuestas. Me dejo llevar. Yo solamente reacciono. Entrego mi libertad y culpabilizo al mundo.
Hay desequilibrio.
ADAPTACIÓN, es decir, INTELIGENCIA, es ese equilibrio dinámico permanente y simultáneo, entre estos dos procesos que me ponen en constante juego entre mi individualidad y el mundo y que me permite tener en cuenta lo que soy y lo que pienso, lo que necesito y lo que puedo y al mismo tiempo lo que es el otro, lo que piensa, lo que necesita y lo que puede. Se parece bastante a DAR y RECIBIR.
Y me recuerda mucho a ACEPTAR. Cuando me acepto y acepto estoy practicando este equilibrio entre lo que quiero, lo que necesito y lo que puedo y lo que los otros quieren, necesitan y pueden. Es reconocer mis derechos y que estos terminan cuando empiezan los de los otros.
En el día de hoy me propongo estar atenta a mantenerme en equilibrio entre mi adentro y mi afuera, mi visión y la de los otros, ejerciendo mis derechos y respetando los derechos ajenos, dando y recibiendo. Aceptando.
Es decir, me propongo vivir inteligentemente el día de hoy.
jueves, 8 de marzo de 2012
LA SABIDURÍA DE LAS CÉLULAS, LA INTELIGENCIA DEL CUERPO
Deepak Chopra El libro de los secretos
La sabiduría que estás
viviendo
La inteligencia del cuerpo :
Ninguno de los siguientes temas son aspiraciones espirituales; son hechos cotidianos
en el plano de las células:
1. Tienes un propósito superior.
2. Estás en comunión con la totalidad de la vida.
3. Tu
conciencia está siempre abierta al cambio: percibe momento a momento lo que
ocurre en tu entorno.
4.
Aceptas a los demás como tus iguales, sin prejuicios.
5. Afrontas cada momento con creatividad renovada,
sin aterrarte a lo antiguo o lo gastado.
6. Tu
ser se mueve al ritmo del universo. Te sientes seguro y atendido.
7. Tu concepto de eficiencia es dejar que el flujo
de la vida te traiga lo que necesitas. Fuerza, control y lucha no son tu
procedimiento.
8.
Sientes conexión con tu origen.
9. Estás comprometido con la generosidad, fuente de
toda abundancia.
10. Valoras todos los cambios, incluso el
nacimiento y la muerte, en función de la inmortalidad.
Propósito superior: cada célula del cuerpo
acuerda trabajar por el bien del todo; el bienestar individual es secundario.
Si es preciso, morirá para proteger al cuerpo (lo que ocurre con frecuencia).
La vida de cualquier célula es muchísimo más breve que la nuestra. Las células
de la piel mueren por cientos cada hora, al igual que las inmunológicas que
combaten los microbios invasores. El
egoísmo resulta inconcebible, incluso cuando la supervivencia de las
células está en juego.
Comunión: cada célula permanece en contacto con todas
las demás. Hay células mensajeras que corren en todas direcciones para
notificar a los puestos avanzados más lejanos cualquier intención o deseo, por
pequeño que sea. Retirarse o negarse a
comunicar resulta inconcebible.
Conciencia: las células se adaptan a
cada momento. Son flexibles para responder a cada situación. Mantener hábitos rígidos resulta
inconcebible.
Aceptación: las células reconocen que
cada una es igualmente importante. Todas las funciones del cuerpo son
interdependientes. Realizarlas de manera
aislada resulta inconcebible.
Creatividad: aunque cada célula cumple
funciones específicas (las células hepáticas, por ejemplo, realizan 50 tareas
distintas), éstas se combinan de manera creativa. Una persona puede digerir
alimentos que nunca había comido, concebir pensamientos nuevos o bailar de un
modo nunca visto. Aferrarse a conductas
anquilosadas resulta inconcebible.
Estar:
las
células obedecen al ciclo universal de reposo y actividad. Aunque este ciclo se
manifiesta de distintas formas (niveles hormonales fluctuantes, presión
sanguínea, ritmos digestivos), su expresión más obvia es el sueño. Sigue siendo
un misterio por qué necesitamos dormir, pero si no lo hacemos sufrimos
disfunciones graves. El futuro del cuerpo se incuba en el silencio de la
inactividad. La actividad obsesiva o
la agresividad resultan inconcebibles.
Eficiencia:
las
células operan con la menor cantidad posible de energía. En general, sólo
almacenan tres segundos de alimento y oxígeno dentro de la pared celular.
Confían totalmente en que se les proveerá. El
consumo excesivo de alimento, aire o agua resulta inconcebible.
Conexión: debido a su herencia
genética común, las células saben que, en esencia, son iguales. El hecho de que
las células hepáticas sean diferentes de las cardiacas, y las musculares de las
cerebrales, no contradice su identidad colectiva, que es inalterable. En el
laboratorio, una célula muscular puede transformarse genéticamente en célula
cardiaca refiriéndola a su origen genérico. Las células saludables permanecen
vinculadas a su origen sin importar cuántas veces se dividan. Vivir en aislamiento resulta inconcebible.
Dar:
la
actividad principal de las células es dar, lo que mantiene la integridad del
resto. El compromiso total con la concesión produce automáticamente la
recepción, la otra mitad de un ciclo natural. El acopio resulta inconcebible.
Inmortalidad: las células se
reproducen para transmitir a su descendencia, sin restricciones, su
conocimiento, experiencia y talentos. Es una clase de inmortalidad práctica:
someterse a la muerte en el plano físico, pero vencerla en el no físico. La brecha generacional resulta
inconcebible.
Es
lo que mis células han convenido. ¿No es un pacto plenamente espiritual? La
primera cualidad -seguir un propósito superior- corresponde a los atributos
espirituales de renunciación o desprendimiento; dar es devolver a Dios lo que
es de Dios; la inmortalidad coincide con la creencia en la vida después de la
muerte. Sin embargo, al cuerpo no le conciernen los apelativos adoptados por la
mente. Para él, estas cualidades son simplemente la manera en que funciona la
vida, el resultado de la expresión biológica de la inteligencia cósmica a lo
largo de billones de años.
El
misterio de la vida manifestó su potencial pleno con gran paciencia y cuidado:
aun hoy, el acuerdo que mantiene unido mi cuerpo parece un secreto porque, a
juzgar por las apariencias, no existe. Más de 250 clases de células realizan
sus actividades diarias (las 50 funciones que cumplen las células hepáticas son
exclusivas de ellas y no se superponen a las de las células musculares,
renales, cardiacas o cerebrales) y sería catastrófico que tan sólo una de ellas
se malograra. El misterio de la vida ha encontrado el modo de expresarse
perfectamente por mi conducto.
Relee
la lista de cualidades y presta atención a lo señalado como “inconcebible”: egoísmo, incomunicación, aislamiento, consumo excesivo, actividad
obsesiva y agresividad. Si nuestras células no se comportan de este modo,
¿por qué lo hacemos nosotros?
¿Por
qué si la avaricia provoca la destrucción de las células (la avaricia es el
principal pecado de las células cancerígenas), la consideramos buena para
nosotros?
¿Por
qué nuestro consumo desemboca en una epidemia de obesidad mientras nuestras
células reducen el suyo al mínimo?
La conducta que aniquilaría a nuestros
cuerpos en un día es la que los seres humanos hemos adoptado. Hemos traicionado
la sabiduría de nuestro cuerpo y, peor aún, ignorado el modelo de una vida
espiritual perfecta.
CAMBIA TU REALIDAD PARA ALBERGAR EL PRIMER
SECRETO
jueves, 1 de marzo de 2012
ACEPTACIÓN AMOROSA
ESTE ES UN BUEN EJERCICIO COTIDIANO PARA APRENDER A SER FELIZ:
- Mírate al espejo y aceptate amorosamente tal cual eres, por que así y ahora mismo eres una perfecta expresión de la divinidad. Mírate profundamente a los ojos y di:
Sé de mi crecimiento y decisiones.
Me doy el derecho a cambiar de opinión.
Las decisiones las tomo sólo por hoy, con lo que hoy tengo y soy y sé.
Soy feliz siempre, valoro lo que soy, lo que tengo y lo agradezco.
Me acepto amorosamente tal cual soy, por que soy una perfecta expresión de la divinidad.
Aqui y ahora, en el lugar exacto en donde ahora estoy y en este momento,
ME ACEPTO AMOROSAMENTE TAL CUAL SOY.
- Cuando temas, te angusties, tengas ansiedad, dolor,cierra los ojos y repite:
YO AQUÍ AHORA ACEPTO AGRADEZCO AMO LO QUE SOY , LO QUE TENGO. LO QUE VIVO
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